El 20 aniversario de la fundación de la empresa es una ocasión ideal para recordar la extraordinaria personalidad profesional e individual de Alberto Delfo Colombo, tristemente fallecido hace unos meses, que fue el verdadero motor de la creación y el éxito de Johnson-Fluiten.

 

El proyecto Johnson-Fluiten nace de las identidades y rasgos distintivos de las dos empresas que le dieron forma: Fluiten y Kadant Johnson.

Fluiten es una histórica empresa italiana que representa la excelencia en la industria mecánica de precisión. Desde 1961 fabrica juntas mecánicas para ejes giratorios de bombas y agitadores utilizados en las industrias química, petroquímica, farmacéutica, alimentaria, energética y del petróleo y el gas.
Kadant Johnson o mejor dicho, la empresa histórica llamada The Johnson Corporation, se fundó en Estados Unidos en 1933 y fue pionera en la invención de la junta rotativa de presión. A lo largo de los años, la empresa ha crecido hasta convertirse en líder mundial en la producción de juntas rotativas de vapor. En 2005, la empresa fue adquirida por la multinacional Kadant Inc. y pasó a llamarse Kadant Johnson.

 

 

Delfo Colombo: el hombre, el empresario

 

 

En 1962 Alberto Delfo Colombo, conocido por todos como Delfo, fundó Fluiten, la empresa de cierres mecánicos para la industria que poco más de cuarenta años después daría vida, junto con The Johnson Corporation (ahora Kadant Johnson) a Johnson-Fluiten.

Fluiten representa la excelencia en el diseño y la fabricación de cierres mecánicos. Como afirma su fundador, recientemente fallecido:

"Los excelentes resultados actuales de Fluiten son fruto de más de 60 años de dedicación, pasión y logros. Para alcanzar estos objetivos han sido necesarios tres elementos: tecnologías, inversiones, pero sobre todo, personas, que son los activos capaces de marcar la verdadera diferencia en las organizaciones empresariales. De hecho, un equipo organizado de personas altamente cualificadas y motivadas es esencial para la consecución de estos objetivos.".

 

 

Calidad, a cualquier precio

Para Delfo Colombo, fabricar productos de calidad siempre ha sido un punto de distinción. Como él mismo señaló: "Mi principal objetivo eran los cierres mecánicos, que tenían que funcionar bien: tenían que durar, no tener fugas y ser rentables".

Incluso hoy en día, estos son retos que Fluiten debe seguir afrontando porque, a medida que pasa el tiempo y evoluciona la tecnología, las exigencias del mercado suben el listón cada vez más: las juntas que solían ser buenas para ciertas aplicaciones y para ciertos límites ahora deben reconsiderarse porque los límites se están moviendo. Las condiciones de funcionamiento cada vez más exigentes, las certificaciones, la seguridad y el control de emisiones son factores a los que hay que prestar mucha atención. La calidad y la búsqueda de la excelencia se han convertido en nuestra marca de fábrica”.

 

La importancia de la educación

"Hoy en día es popular decir que trabajamos en equipo. Siempre hemos creído que para crecer, un aspecto crucial es trabajar juntos con un objetivo común, sin ignorar el bienestar y las necesidades de los implicados en la consecución de los objetivos."

Esto se debe a que, para lograr los resultados a los que se aspira, se necesitan los mismos elementos de siempre: tecnologías, inversiones, pero, sobre todo, personas que, como tales, sean capaces de marcar una verdadera diferencia en la realidad empresarial. Fluiten lo sabe, prioriza el crecimiento de los jóvenes que están dispuestos a aprender trabajando, y a través de la paciencia aprender el conocimiento de las diferentes habilidades profesionales necesarias en los diversos departamentos de la empresa.

 

 

Una vida de empresario

También se pueden realizar grandes obras empresariales produciendo cosas que nadie ve. ¿Ha visto alguna vez un sello mecánico en la vida cotidiana? Sin embargo, hay quien ha dedicado su vida a ello, como Alberto Delfo Colombo, fundador y presidente de la empresa.

Los resultados que más le gratifican están en sus productos, en el meticuloso cuidado con que se fabrican, en las aplicaciones a medida. Y en poder decir que el producto italiano está entre las excelencias del mercado.

 

El valor de las personas

Delfo Colombo siempre ha creído firmemente que la capacidad de tener éxito depende de la coherencia y la experiencia de las personas que forman parte de una empresa. En Fluiten, el elemento humano es crucial, y Fluiten sigue siendo una empresa amiga de las personas.

Como comenta a menudo: "Un índice del que estoy orgulloso es la bajísima rotación de nuestro personal. Algunos empleados llevan con nosotros más de 30 años y, como en una gran familia, participan a diario en las decisiones que afectan a nuestras estrategias de mercado."

 

 

Continúa la historia

Más del 80% de las empresas en Italia son de propiedad familiar: muy a menudo los fundadores no dejan sucesores interesados en continuar el negocio, y sólo el 30% de estas empresas sobreviven a la transición generacional.

Afortunadamente, este no es el caso; con el reciente fallecimiento de Delfo, la antorcha ha pasado al hijo del fundador, Fulvio Colombo, que está decidido a mantener la empresa en marcha y garantizar que la historia de éxito de Fluiten y Johnson-Fluiten pueda renovarse y seguir contándose durante mucho tiempo.